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viernes, 24 de octubre de 2014

Erwin Olaf

El Genio de la Fotografía


La fotografía de Olaf es una mezcla de fotoperiodismo y estudio, aproximándose en su visión fotográfica

a LaChapelle entre otros. Su alumbramiento al panorama internacional de la fotografía ocurrió en 1988 a raíz de su serie “Chessmen” por la que fue galardonado con el primer premio en la “Young European Photographer Competition”. Tras este premio le siguió una exposición en el Museo Ludwig de Colonia, Alemania. Desde entonces a continuado explorando los territorios de las cuestiones de género, la sensualidad, el humor y la desesperación en sus series fotográficas.





La obra de Erwin Olaf genera grandes adhesiones y también fuertes rechazos, estos últimos debidos sobre todo a su manera directa y explícita de abordar temas como el sexo, el deseo, la belleza y la violencia, una libertad y desinhibición que en su caso siempre han ido acompañadas de una incisiva crítica de la hipocresía social, los tabúes, la doble moral o el abuso consumista; en definitiva, todo aquello que la sociedad contemporánea todavía acostumbra a ocultar o enmascarar aun a sabiendas de que ocupa un espacio esencial, no sólo en nuestras vidas, sino en la propia estructuración de nuestra sociedad. Lo curioso es que esta posición, desarrollada en su trabajo artístico, coexista, en el caso de Erwin Olaf, con una destacada trayectoria como fotógrafo de publicidad.




Existe, no obstante, una unidad de estilo que recorre su obra. La provocación, la fantasía, el erotismo, la sátira y el humor están presentes en todos sus trabajos, servidos por una producción visual muy sofisticada y una depurada ambientación. Los referentes visuales que impregnan sus imágenes tienen orígenes muy diversos, pero perfectamente ensamblados, desde la pornografía a la moda, pasando por la historia de la pintura, la contracultura, el pop o el cine de autores como David Lynch y Brian de Palma.






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